Microdermoabrasión

se remueve con suavidad la capa superficial de la piel. De manera similar a la exfoliación química, es un procedimiento no quirúrgico que se puede aplicar a cualquier parte del cuerpo, aunque el rostro es lo más común. Este tratamiento se puede aplicar especialmente a mujeres morenas y se lo ha utilizado para disminuir una variedad de imperfecciones. Puede tratar pieles apagadas y curtidas, reducir cicatrices de acné, aclarar manchas y decoloraciones, suavizar arrugas leves, emparejar el tono de la piel, y reducir las marcas de acné y vellos encarnados. También se utiliza para exfoliar poros tapados y reducir la apariencia de poros dilatados. La microdermabrasión no sólo contribuye a remover irregularidades indeseadas de la piel, sino que también estimula la producción de colágeno en la piel.

La microdermoabrasión estimula el flujo sanguíneo y la producción de colágeno. En la mayoría de los casos, los tratamientos duran alrededor de 15-30 minutos y no requieren de anestesia. Como sucede con muchos otras técnicas de rejuvenecimiento. Para recuperar la belleza natural de la piel. En la mayoría de los casos se recomiendan entre 6 y 12 tratamientos, espaciadas cada 3-4 semanas, para lograr los resultados deseados.

Una vez completado el tratamiento, se pueden recomendar algunas sesiones de “retoque” para mantener los resultados.

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